Es una propuesta de adaptar los Retiros Espirituales para favorecer la realización de la experiencia espiritual.
Los Retiros Abiertos se realizan en las localidades cuyo párroco los pide. Pueden ser una jornada completa de un día que consistirá en: la predicación (la temática es variable), un tiempo de Adoración, Confesiones y finaliza con la Santa Misa.
También pueden ser de un fin de semana, las personas que lo realizan llegan por la mañana, permanecen en el lugar elegido para hacer el retiro hasta la noche y van a descansar a sus hogares recomenzando el segundo día nuevamente por la mañana.
Normalmente no se exige un silencio absoluto como en los Retiros Cerrados (Ejercicios Espirituales Ignacianos), puede hablarse durante las comidas e inclusive puede haber algún trabajo en grupos. Igualmente, se busca ir haciendo gustar poco a poco, la experiencia de la intimidad con Dios en el silencio orante, para que la persona pueda llegar a realizar un Retiro Cerrado y así crecer y profundizar si vida espiritual.