Casa de Fátima es un lugar privilegiado para que el hombre se encuentre con Dios, con uno mismo y con el hermano. En el silencio y la oración, es posible descubrir la voluntad de Dios y su deseo de que encontremos la verdadera felicidad. Cada rincón de la Casa nos lleva a este fin: desde el silencio y el recogimiento, desde el comedor hasta las habitaciones, desde la Capilla hasta el parque…
Aquí viven 2 comunidades: Padres y Hermanos CPCR y las Hermanas CPCR. Ellos, motivados por el deseo de que sean muchos los que tengan un encuentro personal con Jesús, prestan su servicio en esta casa brindando espiritualidad a las personas que se acercan o son invitadas, ya sea en los retiros espirituales que se dan para hombres, mujeres, jóvenes y matrimonios; en los distintos encuentros que se organizan en ella; en el acompañamiento espiritual a quienes buscan un consejo; etc
Cada testimonio que tenemos al culminar los retiros espirituales nos permite a palpar la obra que Espíritu Santo realiza en los corazones y en las vidas de las personas que se abren a su acción, nos anima y motiva a seguir adelante en la extensión del Reino por medio de los Ejercicios Espirituales.