¿Qué son los Ejercicios Espirituales Ignacianos?
Los ejercicios espirituales de San Ignacio son el fruto de la experiencia espiritual de San Ignacio de Loyola durante los diez meses de su permanencia en Manresa poco después de su conversión. El Santo los estructuró en cuatro semanas para ser vividos durante un mes.
En ellos hace descubrir al ejercitante ante todo el sentido de su vida y la presencia del amor de Dios en ella. Después le hará hacer experiencia de la Misericordia infinita del Señor para con él, pecador. La vida de Cristo recorrida paso a paso hará el objeto de las restantes contemplaciones, mientras le hace pedir el conocimiento interno de Cristo para amarle más y seguirle mejor.
En el centro de la experiencia se sitúan unas meditaciones, contemplaciones y otros ejercicios destinados a ayudar al ejercitante a descubrir la voluntad de Dios en su vida. Para ayudarle en ese discernimiento se le proporciona una serie de consejos sumamente útiles.
La experiencia concluye con una contemplación para alcanzar Amor. En ella la historia de la salvación será contemplada como una Presencia y una actuación constante del amor de Dios hacia él.
Nuestro fundador, el Padre Vallet, en su ardiente celo de evangelizar quería que esta experiencia espiritual, que transformó radicalmente su vida, lo puedan realizar el mayor número posible de personas. Para ello redujo el número de días para facilitar que los laicos (obreros, padres de familia, etc.) que no disponían de tanto tiempo pudieran vivir esta experiencia tan rica.